EL DESPERTAR DE UNA NUEVA CONCIENCIA
Si bien la noción de que el estado "normal" de nuestra mente (según la mayoría de las tradiciones religiosas y espirituales) está marcado por un defecto fundamental, la buena noticia es que es posible una transformación radical de la conciencia humana.
En las enseñanzas de Jesús, es la salvación.
En budismo, el final del sufrimiento.
El logro mayor de la humanidad no está en sus obras de arte, ciencia o tecnología, sino en reconocer su propia disfunción.
Reconocer la locura es el comienzo de la sanación y la trascendencia.
Los primeros maestros hablaron a sus contemporáneos. Les hablaron del pecado, del sufrimiento o el desvarío, pero también, después, les hablaron de la posibilidad de despertar de la pesadilla colectiva, de la existencia humana "normal". Les mostraron el camino.
Sus enseñanzas que eran a la vez sencillas y poderosas, terminaron distorsionadas y malinterpretadas.
A pesar de todos los actos de locura cometidos en nombre de la religión, la Verdad hacia la cual esos actos apuntan, continúa brillando en el fondo, pero su resplandor se proyecta tenuemente a través de todas esas capas de distorsiones e interpretaciones erradas.
Cuántas veces el hecho de creer "tener la razón" y juzgar "equivocados" a los demás y así definir su identidad por oposición a sus enemigos, esos "otros", cuya muerte no pocas veces se considera justificada.
Que unos pocos en número (escuelas o movimientos esotéricos a través de los cuales las religiones recuperaron el poder transformador de las enseñanzas originales), nunca fueron suficientes en número para tener un impacto significativo sobre la profunda inconsciencia colectiva de las mayorías.